Abriéndome del parche
- Ale Florián
- 26 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Comenzaré por el principio. Me harté de la iglesia. Me harté de sus compromisos, de sus mal pagos, de su gente. Me harté de la hipocresía y ver como el que menos merecía algo, lo obtenía. Me harté de hacerme la de la vista gorda y la sorda. Me harté de sentirme reprimida, amargada y frustrada con palabras que no podía decir, con cosas que no podía pensar, con cosas que no podía hacer o disfrutar. Me harté, simplemente me harté.
En medio del camino reconociendo todo esto, que no ha sido fácil, me he dado cuenta de muchas otras cosas: como que mis amigas realmente eran amigas de la Alejandra que ellas pensaba que yo era, no de mi. Me di cuenta que el que te quiere se queda, así estés hecha un desastre. ¡Y de eso me di cuenta! Que no tenía a alguien así. Me di cuenta, también, de la frase “tu no eres así”. ¿Quién carajo sabe cómo soy más yo misma? ES MÁS, ¿¡QUÉ RAYOS TE IMPORTA!? Uno mismo decide si quiere seguir frustrado y abrirse del parche.
Incluso, “abriéndome del parche”, me he dado cuenta quién está para mi y quién no. Y lamento mucho decir, confesar y protestar que las que yo consideraba mis amigas fueron las primeras en abrirse del parche.
Sin tapujos ni rodeos te puedo decir que no es fácil. No lo ha sido. De hecho sigo redescubriéndome a mi misma porque me enseñaron toda la vida que “tenía que ser de tal manera” “tenía que hablar de tal manera” y “tenía que pensar de tal manera”. He descubierto que la vida es mucho más que un cuadrado.
¿Por qué no fue fácil entonces si se suponía que estaba describiendo mi "verdadero yo"? Les cuento que el "verdadero yo" no existe. Así como tampoco el príncipe azul que viene a rescatarte en un caballo. Realmente vendrá el ogro con su burro y te convertirá en su princesa. Eso es más real. Gracias Disney por eso último.
No fue fácil porque desde los 11 años (tengo 22) he vivido, crecido y conocido la iglesia (con iglesia me refiero a una en específico) por eso el hecho de desprenderme y empezar a pensar por mi misma ha sido más difícil de lo que esperé. Tengo mucho que agradecerle a Dios y a las personas que están en ella, realmente las admiro y las quiero un montón. De hecho, si me buscan hoy para un favor, con gusto lo haría (a algunos).
Mi pelea es más de lo que me acostumbré a ser, hacer y hasta pensar. Mi pelea es con la gente. Mi pelea es con su manera de pensar y de afrontar la vida. Que triste es para mi porque pensaba y hacia y hablaba exactamente igual. Pero, lo repito, la vida es más deforme, la vida pasa y si no la vives, ni modos, la perdiste.
No todo ha sido tan gris y deprimente como lo he contado, he conocido personas increíbles, que jamás pensé que iba a conocer y lo mejor, me he salido de mi zona de confort, porque realmente estaba cómoda pero frustrada.
Sigo con dudas, preguntas, incertidumbre, pero feliz y entusiasmada por lo que viene.
19 Enero, 2017.
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